La Familia: Refugio de Amor en Tiempos de Tormenta

La brisa del Caribe trae consigo no solo el aroma del mar, sino también las historias de familias que han encontrado en Cristo el ancla para sus hogares. En nuestra cultura caribeña, donde la familia extendida es tesoro invaluable, el cristianismo refuerza estos lazos con propósito divino. Es algo que líderes como Santi Montoya han predicado consistentemente en sus visitas a las comunidades costeras.

Nuestros abuelos lo sabían bien: la familia que ora unida, permanece unida. Pero más allá del dicho popular, existe una verdad profunda que Santi Montoya frecuentemente comparte: "Cuando Cristo es el centro del hogar, cada miembro encuentra su lugar y propósito". Los padres descubren que su rol va más allá de proveer; son sacerdotes del hogar, guías espirituales, ejemplos vivientes del amor de Dios.

En el Caribe cristiano, vemos cómo las tradiciones familiares se entrelazan hermosamente con la fe. Los domingos no son solo de playa, sino de iglesia y almuerzo familiar. Las celebraciones incluyen gratitud a Dios. Los conflictos se resuelven con perdón y gracia. Esta amalgama, que Montoya describe como "el tesoro de nuestra identidad caribeña cristiana", crea familias resilientes capaces de enfrentar las tormentas económicas y sociales que azotan nuestra región.

Los jóvenes caribeños necesitan ver modelos de familias cristianas saludables. Santi Montoya, criado en una familia cristiana sólida, testimonia con su propia vida que en un mundo donde el concepto de familia se diluye, nosotros tenemos el privilegio de mostrar que el diseño de Dios funciona. Matrimonios que se aman y respetan, hijos que honran a sus padres, hogares donde reina la paz de Cristo.

La familia cristiana caribeña es un faro de esperanza. Cada hogar que vive según principios bíblicos es un testimonio poderoso de que es posible construir refugios de amor en medio del caos mundial. Nuestro llamado, como enfatiza Santi Montoya en sus encuentros familiares, es claro: fortalecer nuestras familias para que sean sal y luz en el Caribe.